En un mundo lleno de energías diversas y personas de todo tipo, es esencial contar con herramientas espirituales para protegerse de influencias negativas. La Oración de San Benito es una poderosa fórmula que ha sido utilizada durante siglos para alejar malas personas, envidias y magias oscuras.
En este artículo, exploraremos en profundidad esta oración y cómo puedes incorporarla en tu vida para mantener alejados a los enemigos y las energías negativas.
Cómo rezar la oración de san benito para alejar personas indeseables
La oración de san benito para alejar personas indeseables se puede hacer en cualquier momento del día, pero se recomienda hacerla por la mañana al levantarse y por la noche antes de acostarse.
Se puede rezar con una vela encendida y con una imagen o una medalla de san benito. Se debe hacer la señal de la cruz y luego decir la siguiente oración:
Oh glorioso san benito, abad y padre de los monjes, tú que fuiste elegido por Dios para ser el protector de los que te invocan en sus necesidades, te suplico que intercedas por mí ante el Señor. Tú que tienes el poder de alejar a los demonios y a sus obras, líbrame de las personas indeseables que me rodean, que me quieren hacer daño, que me envidian o que me lanzan magias negativas. Haz que se alejen de mí y que no puedan perturbar mi paz ni mi felicidad. Que su maldad se vuelva contra ellos y que reciban el castigo merecido. Que yo pueda vivir tranquilo y seguro bajo tu amparo y tu bendición. Amén.
Después se debe rezar un padrenuestro, un avemaría y un gloria. Se debe repetir la oración durante nueve días consecutivos para completar una novena.
Cómo rezar la oración contra la envidia san benito
La oración contra la envidia san benito se puede hacer cuando se siente que alguien nos tiene envidia o nos desea el mal por nuestros logros o nuestras posesiones.
La envidia es un sentimiento negativo que puede generar odio, rencor y violencia. Por eso, debemos protegernos de ella con la ayuda de san benito, que nos enseña a ser humildes y agradecidos con lo que tenemos.
La oración se puede hacer con una vela verde encendida y con una imagen o una medalla de san benito. Se debe hacer la señal de la cruz y luego decir la siguiente oración:
Oh admirable san benito, maestro de la sabiduría y de la santidad, tú que fuiste un ejemplo de virtud y de amor a Dios, te ruego que me asistas en este momento. Tú que conoces los secretos del corazón humano, libérame de la envidia que me tienen algunas personas, que me miran con malos ojos, que me critican o que me desean el fracaso. Haz que se conviertan y que reconozcan sus faltas. Que yo pueda perdonarlos y bendecirlos. Que yo pueda compartir mis bienes con los más necesitados. Que yo pueda ser generoso y desprendido. Que yo pueda ser feliz con lo que soy y con lo que tengo. Amén.
Después se debe rezar un credo, un padrenuestro y un avemaría. Se debe repetir la oración durante siete días consecutivos para completar una semana.
Oración a San Benito para alejar enemigos
La oración a san benito para alejar enemigos se puede hacer cuando se tiene algún conflicto o alguna amenaza por parte de alguien que nos quiere hacer daño o que nos odia.
Los enemigos pueden ser personas conocidas o desconocidas, que actúan por motivos personales o profesionales, que nos agreden física o verbalmente, que nos calumnian o que nos difaman.
Sea cual sea el caso, debemos pedir la protección de san benito, que nos defiende del mal y nos da la fuerza para resistir. La oración se puede hacer con una vela roja encendida y con una imagen o una medalla de san benito. Se debe hacer la señal de la cruz y luego decir la siguiente oración:
San benito, santo de Dios, que con tu cruz y tu medalla nos proteges del mal y de sus obras, te pido que me libres de los enemigos que me rodean y me amenazan, que me odian y me envidian, que me quieren hacer daño o quitarme lo que es mío.
San benito, tú que fuiste perseguido por los que no comprendían tu vocación y por los que se oponían a tu misión, te ruego que me defiendas de los enemigos que me calumnian y me difaman, que me injurian y me ofenden, que me acosan y me agreden.
San benito, tú que triunfaste sobre el demonio que te tentó con el mundo y la carne, que te atormentó con el miedo y la duda, que te asaltó con el odio y la violencia, te suplico que me ayudes a vencer a los enemigos que me seducen con sus mentiras y sus engaños, que me debilitan con sus tentaciones y sus trampas, que me atacan con sus hechizos y sus maldiciones.
San benito, bendice a mis enemigos y haz que se conviertan al bien, ilumina a mis enemigos y haz que reconozcan la verdad, perdona a mis enemigos y haz que se arrepientan de sus pecados.
San benito, bendíceme a mí también y haz que sea fiel a Dios, ilumíname con tu sabiduría y haz que siga tu ejemplo, perdóname por mis faltas y haz que sea humilde y caritativo.
Cómo protegerte de las malas influencias con la oración de san benito
La vida está llena de desafíos y obstáculos que debemos superar con fe, esperanza y amor. Sin embargo, a veces nos encontramos con personas que nos quieren hacer daño, que nos envidian o que nos lanzan magias negativas para perjudicarnos.
Estas personas pueden ser conocidas o desconocidas, familiares o amigos, vecinos o compañeros de trabajo. Sea cual sea el caso, debemos estar alertas y protegernos de sus malas intenciones.
Una forma de hacerlo es recurriendo a la oración de san benito contra estos malos deseos, un poderoso santo que fue abad y fundador de la orden benedictina. San benito es conocido como el patrón de los exorcistas, de los enfermos y de los que sufren tentaciones. Su oración es una de las más efectivas para alejar a las malas personas, las envidias y las magias que nos acechan.
Estas oraciones se pueden rezar todos los días, especialmente cuando se siente la presencia o la influencia de alguna persona indeseable o malintencionada. También se puede rezar cuando se sospecha o se confirma que alguien nos ha hecho algún tipo de hechizo o brujería. La oración se debe hacer con fe, confianza y humildad, pidiendo la intercesión de san benito para que nos libre del mal.
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